Una de las premisas básicas de las compañías manufactureras es la reducción en los tiempos de proceso de modo que cualquier falla con parada de equipo de conversión (motores, transformadores, generadores), resulta catastrófica porque se traduce en la interrupción directa o indirecta de las secuencias establecidas. Dado que no siempre es posible establecer cadenas de redundancia, la mejor estrategia para mantener el desempeño de los sistemas productivos es asegurar la confiabilidad de sus componentes críticos y reducir los tiempos de intervención de sus equipos esenciales.
En este sentido, el control sistemático de variables representativas de falla y las decisiones que puedan tomarse con base en la información obtenida a través de dicho control resultan ser fundamentales para lograr niveles razonables en el desempeño de los sistemas productivos. Otro aspecto que resulta ser relevante para este efecto es el de establecer mecanismos para medir objetivamente los niveles de rendimiento de la producción para diferentes condiciones de de operación a través del tiempo.
La implementación de soluciones de monitoreo de equipos y la ejecución de acciones preventivas y correctivas oportunas en equipos críticos de instalaciones de producción permiten garantizar la continuidad y la estabilidad de su operación en forma tal que se cumpla con los tiempos de proceso previstos.